La Revolución del lagarto




Las armas silenciaron tus células,
Caudal de historias sin contar, sin explicar la mitad de mi vida sin ti;
Cada una de ellas son elementos químicos que me dan de beber,
Un suave líquido que emana de tu frente hermosa,
Preciosa mujer de años indecisos, escandalosos, silenciosos.
Las columnas no dan verdaderas respuestas a mi pasión,
Que recrea mitos sin verificar,
Como el del lagarto que miro por encima de la superficie,
Para tragar mis lágrimas, por mi vida entregada en tus manos.
Ya Tú ves que mis ojos no pueden desviar tu mirada,
Tus labios son como la revolución,
Sin otro fin que mi eterna pasión, desastrosa
No bajes tus defensas, que tus posiciones son cada vez más débiles.
Tu hermosura inmaculada, mujer del año previo a la segunda década pérdida,
Preciosa mujer de mirada profunda
Nadas por la superficie,
El lagarto ha posado su blanco en ti…
Las golondrinas envenenadas caen sobre ti,
Mariposas que no llegaron a ser tragadas,
Por el infinito polarizado de tu tez,
Blanca como la gaviota, que vuela dentro de tu boca,
Besos jamás olvidados, en la noche bajo la cúpula de tu catedral,
Que el lagarto destruye con furia animal,
Ya que los tres jamás seremos dos…


Víctor Manuel Barragán

Diciembre 01 de 2009. 

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